Asociación de la actividad física y el riesgo de fractura
Un reciente estudio publicado en la revista JAMA Network Open determina que practicar ejercicio puede reducir el riesgo de fractura en mujeres posmenopáusicas. El objetivo principal de la investigación era averiguar si la cantidad y la intensidad de la actividad física están asociadas con la fractura total y específica en las mujeres que participaron en el estudio Women’s Health Initiative (WHI).
La investigación se ha realizado a partir de la Women’s Health Initiative (WHI), un estudio de cohorte que inscribió a 77.206 mujeres posmenopáusicas de 50 a 79 años entre octubre de 1993 y diciembre 1998 en 40 centros clínicos de Estados Unidos. Se observaron los resultados de los principiantes hasta septiembre de 2015 y el análisis de los datos se realizó entre junio de 2017 y agosto de 2019.
Para obtener las conclusiones del estudio, se examinaron las actividades domésticas, el caminar y el comportamiento sedentario en asociación con fracturas incidentes y la medida en que la edad, el origen étnico o la frecuencia de caída modificaron esta asociación en mujeres mayores.
"Estamos felices de ver una fuerte relación entre caminar y un bajo riesgo de fractura de cadera"
Los resultados determinaron que en mujeres mayores, una mayor actividad física total se asoció con un menor riesgo de fractura total y de cadera, pero un mayor riesgo de fractura de rodilla. A la vez, la actividad leve y la marcha se asociaron con un menor riesgo de fractura de cadera. Sin embargo, se debe tener en cuenta que la asociación positiva entre el sedentarismo y el riesgo de fractura total requiere más investigación.
Según Michael LaMonte, "estamos felices de ver una fuerte relación entre caminar y un bajo riesgo de fractura de cadera" y a la vez añade "a medida que envejecemos, naturalmente hacemos actividad física menos extenuante. Esto sugiere que para reducir el riesgo de fractura de cadera, no es necesario hacer nada lujoso. Puede ser tan simple como caminar".
Es importante destacar que aproximadamente cada año hay 1,5 millones de fracturas en Estados Unidos, entre las cuales el 14% son de cadera con un 20% de mortalidad. Asimismo, esta fractura se ha asociado con una
baja densidad ósea, propensión a caer y disminución de la fuerza muscular, el equilibrio, la movilidad y el funcionamiento físico.