También aumenta hasta en un 13% el riesgo de muerte prematura
Comer carne roja, especialmente la procesada,
aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer. Una nueva investigación, publicada en la revista The BMJ, relaciona la ingesta de
este tipo de carne con
diabetes tipo 2, insuficiencia cardíaca,
hipertensión y cáncer
colorrectal.
El estudio, que se ha realizado en 81.469 adultos, muestra que consumir tres porciones y media de carne roja a la semana durante un período de ocho años aumenta hasta un 13% el riesgo de muerte.
Además de las enfermedades cardiovasculares y de ciertos
tipos de cáncer,
la ingesta de estos alimentos
también se asocia a la enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
Para realizar la investigación, los expertos analizaron los datos aportados por 53.000 enfermeras y 28.000 profesionales de la salud por un período de ocho años y, cada cuatro, completaban un cuestionario para saber la
frecuencia del consumo de cada alimento. Durante el estudio, 14.019 personas murieron por enfermedades cardíacas, cáncer, enfermedades pulmonares o enfermedades neurodegenerativas.
La causa principal del aumento de enfermedad cardiovascular y cáncer se debe especialmente al alto contenido de grasas saturadas, colesterol, sal y hierro
La
causa principal del aumento de enfermedad cardiovascular y cáncer se debe especialmente al alto contenido de grasas saturadas,
colesterol, sal y hierro. Y añaden que el simple hecho de cambiar una porción de carne
roja cada día por una de pescado se relaciona con un riesgo de muerte 17% menor.
Según Brian Morris, profesor emérito de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Sydney, "la noticia es que
si las personas cambian a fuentes de proteínas no cárnicas, pueden reducir sustancialmente el riesgo de enfermedades comunes como el envejecimiento o la muerte prematura". En este sentido, Rosemary Stanton,
nutricionista miembro de la Universidad de Nueva Gales del Sur, señala "aún no estamos seguros de los méritos relativos a reducir la carne roja y procesada en comparación con el aumento de los alimentos de origen
vegetal, pero este estudio se suma a la evidencia de que tales cambios en los patrones dietéticos muestran beneficios.