En esta situación, se altera la composición de la microbiota intestinal y decaen los niveles de ácidos grasos de cadena corta
Así lo demuestra un nuevo estudio realizado por la Universidad de Alberta (California), donde se evidencia que en ratones inducidos químicamente a la colitis, el cambio de una dieta equilibrada a una alta en azúcares, aumenta la susceptibilidad intestinal.
La investigación, publicada en la revista "Scientific Reports", demuestra que los ratones tenían un mayor riesgo de sufrir colitis ulcerosa y presentaban síntomas más severos después de tan sólo dos días de una dieta alta en azúcares. Por el contrario, los ratones alimentados con una
dieta equilibrada no mostraron ningún aumento de la susceptibilidad.
Una de las autoras del estudio, Karen Madsen, destaca que "nos sorprendió mucho" el aumento del riesgo de colitis en tan sólo dos días. Madsen afirma que "anteriormente se ha demostrado que el tipo de dieta que se sigue puede cambiar la susceptibilidad a la enfermedad. Queríamos saber cuánto tiempo pasa antes de que un cambio en la dieta se traduzca en un impacto en la salud. En el caso del azúcar y la colitis, sólo nos llevó dos días. No creímos que pasaría tan rápido".
los ratones tenían un mayor riesgo de sufrir colitis ulcerosa y presentaban síntomas más severos después de tan sólo dos días de una dieta alta en azúcares
La razón principal de esta rapidez se debe, según los resultados del estudio, a las bacterias intestinales y el impacto que la alimentación tiene en ellas. Los ratones con una dieta alta en azúcar presentaron más daños en el tejido intestinal y una respuesta inmunológica exacerbada, favoreciendo el desencadenamiento de colitis. Por otra parte, cuando los ratones complementaron su dieta con ácidos grasos de cadena corta, el daño se atenuó.
Según el estudio, la suma de un consumo excesivo de azúcar y una disminución en la ingesta de fibra alimentaria, conlleva un desequilibrio en la composición de la flora, que trae como consecuencia, una disminución en los niveles de ácidos grasos de cadena corta a nivel luminal. De esta manera, aumenta la susceptibilidad a sufrir un brote de colitis en ratones químicamente inducidos. En este sentido, Madsen apunta que "nuestro estudio muestra que el consumo de azúcar a corto plazo puede tener un impacto perjudicial en los pacientes de colitis ulcerosa, por lo que esta idea de que está bien comer bien toda la semana y comer mal durante el fin de semana tiene perjuicios".
Con esta nueva investigación se puede medir la velocidad del incremento del riesgo de sufrir un brote de colitis ulcerosa, pero también abre nuevas vías de análisis relacionadas con cómo la dieta afecta a las
bacterias en el tracto gastrointestinal.
Aceptar y salir
