Las inversiones destinadas a las actividades de investigación y desarrollo (I+D) son realmente importantes para el sector farmacéutico. Concretamente, lo más importante de la inversión en I+D es generar información y conocimiento para intentar resolver los problemas o dudas que surgen frente a un aspecto destacado.
Durante el último año, España ha destinado un total de 1.211 millones de euros, lo que supone un récord histórico del sector farmacéutico. El incremento de inversión durante el año 2019 ha sido del 5,2% con respecto al año anterior, según la última Encuesta sobre Actividades de I+D que Farmaindustria realiza entre sus asociados.
Por otro lado, es importante destacar que la cantidad de proyectos de investigación creados en colaboración con hospitales y centros públicos y privados ha aumentado 3,6 puntos porcentuales, lo que representa el 43,6% de la inversión total de las compañías farmacéuticas y que se traduce en 528 millones de euros en 2019. Por otro lado, la inversión intramuros, es decir, la realizada en los centros de investigación de las propias farmacéuticas, superó los 683 millones de euros.
A nivel geográfico, todas las comunidades autónomas colaboraron con la Industria farmacéutica innovadora con especial importancia Madrid y Cataluña, que recibieron el 28% y 25,7%, respectivamente, del total de la inversión de la industria farmacéutica. Un hecho que contribuye a que los científicos y profesionales sanitarios españoles participen de la vanguardia científica.
Asimismo, en lo que se refiere al desglose de la inversión en I+D por fases de investigación, se remarca que casi un 60% de la inversión, de la industria farmacéutica, se concentra en la fase clínica, donde España juega un destacado papel internacional.
La inversión en I+D supera los 1.200 millones de euros
Finalmente, se habla de un empleo cada vez más cualificado. El empleo directo de las compañías asociadas a Farmaindustria en tareas de
investigación y desarrollo aumentó en 2019 un 4,2% y alcanzó las 5.006 personas, lo que representa un nuevo máximo histórico. A este dato también se le suma la elevada cualificación del
personal investigador del sector farmacéutico, casi un 88% de investigadores son titulados superiores universitarios (licenciados, grados y doctores).
Tal y como señala Javier Urzay, subdirector general de Farmaindustria, “esta elevada preparación de nuestros profesionales es un elemento diferenciador con respecto al resto de sectores. Un empleo de calidad es sinónimo de riqueza para los países. Si añadimos que el empleo en las compañías farmacéuticas innovadoras es, en su mayoría, indefinido e igualitario, tenemos la ecuación ideal para considerar a la industria farmacéutica como palanca para la recuperación en España”.
Aceptar y salir
