Un estudio revela la gran capacidad de predicción de los modelos de aprendizaje automático en la mortalidad en pacientes renales
Siete millones de personas padecen enfermedad renal crónica en nuestro país.
Una cifra alarmante que, lamentablemente, mantiene un preocupante ritmo de crecimiento. Datos como el aumento de la tasa de mortalidad por dicha enfermedad en un 30% entre 2006 y 2016 o el crecimiento de la prevalencia en casi un 30% en la última década, situándose en 1.284 pacientes por millón de población, auguran un panorama un tanto desolador.
Obviamente, una parte importante del problema radica en un elevado infradiagnóstico, de hasta el 40%, ya que en demasiadas ocasiones se detecta en una fase bastante avanzada. Las cifras revelan que 1 de cada 4 pacientes desconoce su situación en las fases iniciales, complicando aún más un futuro tratamiento. Y es en este punto donde la Inteligencia Artificial (I.A.) puede brindar una tan necesaria solución.
La cifra
95%
es el valor predictivo que ofrecen los modelos de aprendizaje automático
Un reciente estudio español ha logrado relacionar el análisis de los factores de riesgo de la enfermedad con modelos predictivos de mortalidad en pacientes renales, lo que supone un importante avance en el futuro tratamiento y abordaje en pacientes renales, teniendo en cuenta el optimismo que desprende el valor predictivo superior al 95% que ofrece.
Según el Dr. José Ibeas, coordinador del trabajo desarrollado por investigadores del Hospital Universitario Parc Taulí de Sabadell y del gupo WIN de la Universidad Autónoma de Barcelona, “tanto la capacidad para predecir el pronóstico como su fiabilidad son suficientemente altas como para pensar que el error en su predicción va a ser muy escaso. De este modo, podría ayudar al nefrólogo a tener mayor seguridad en la toma de decisiones”.
Además, añade que el sistema basado en redes neuronales “imita a las neuronas porque intenta establecer todo tipo conexiones entre todos los factores involucrados en la evolución de la enfermedad renal crónica. De este modo, se pueden establecer relaciones no sólo no sospechadas previamente, sino relaciones en cadena entre múltiples factores imposibles de analizar con los métodos que se usan en la investigación habitual”.