Los avances en el tratamiento del mieloma múltiple han posibilitado que la proporción de pacientes que alcanza una respuesta completa hay aumentado en la última década. Pero incluso los que consiguen buenas respuestas
acaban recayendo debido a la presencia de células tumorales residuales en la médula ósea.
La enfermedad mínima residual (EMR) permite valorar estas células remanentes, pero requiere de metodologías muy sensibles y fiables, como la citometría de flujo, cuya nueva generación (NGF) se ha desarrollado
recientemente, o la secuenciación de nueva generación (NGS). Se trata de técnicas avanzadas aplicadas en muy pocos centros, y normalmente relegadas a ensayos clínicos.
Bajo estas premisas, un equipo de investigadores españoles ha comparado la eficacia de la NGS con la NGF en la evaluación de la EMR en un grupo de pacientes con mieloma del ensayo GEM2012. Publicado en el
Blood Cancer Journal, el estudio consistió en analizar la EMR de los pacientes a los tres meses de recibir un trasplante de progenitores hematopoyéticos mediante un equipo comercial de NGS, y compararlo con los
resultados obtenidos mediante NGF.
Un estudio español muestra que la secuenciación de nueva generación ofrece resultados similares a la citometría de flujo para analizar la enfermedad mínima residual
En total se incluyeron 106 pacientes, en su mayoría varones (57,7%) y con una media de edad al diagnóstico de 59 años. Tras un seguimiento medio de 39,5 meses desde la evaluación de la EMR, 31 pacientes recayeron (29,2%)
y 16 murieron (15,1%). La mitad de los pacientes alcanzaron EMR negativa mediante NGS, mientras que la proporción fue del 54,7% en el caso de la NGF.
Los autores apuntan que el uso de diferentes extracciones de médula y la necesidad de concentrar las muestras sesgaron la aplicabilidad de la NGS, favoreciendo a la NGF. Sin embargo, señalan que la correlación entre
ambas técnicas fue elevada (R2=0,905). Las tasas de supervivencia libre de progresión a tres años de los pacientes con EMR negativa fueron significativamente mayores para ambas técnicas en comparación con los pacientes
positivos.
Los investigadores concluyen que estos resultados apoyan el uso de la NGS para evaluar la EMR en pacientes con mieloma múltiple, con resultados comparables a NGF. Así mismo, consideran que los resultados refuerzan la
relevancia clínica de la EMR en el manejo de la enfermedad.
Referencia
Medina A, Puig N, Flores-Montero J, et al. Comparison of next-generation sequencing (NGS) and next-generation flow (NGF) for minimal residual disease (EMR) assessment in multiple myeloma.
Blood Cancer J. 2020;10(10):108.
Published 2020 Oct 30.
doi:10.1038/s41408-020-00377-0