La combinación de ambas enfermedades puede ser muy perjudicial
El paciente con diabetes mellitus y enfermedad renal es decir, con albuminuria y descenso del filtrado glomerular, tiene una tasa de mortalidad, a diez años, hasta diez veces mayor que el paciente diabético
sin enfermedad renal.
En la combinación de diabetes-enfermedad renal, el riñón sufre las consecuencias de la diabetes mellitus debido al mal control glucémico y de otras comorbilidades presentes. Un ejemplo sería la
hipertensión arterial, por lo que la combinación de ambas puede ser muy perjudicial para el paciente.
Según el Dr. José Luis Górriz, jefe del Servicio de Nefrología del Hospital Clínico de Valencia, “el riñón ha pasado de ser cenicienta a protagonista”. Así lo detalla: “el riñón ha sido la cenicienta porque los
pacientes con enfermedad renal crónica no han sido incluidos habitualmente en ensayos clínicos, por lo que eran escasas las evidencias de tratamientos efectivos en la enfermedad renal diabética”
“El riñón ha pasado de ser cenicienta a protagonista”
Sin embargo, durante los últimos años este contexto ha cambiado con los nuevos tratamientos. Gracias a ellos se ha logrado un
gran avance en la prevención y tratamiento de la enfermedad renal diabética, con beneficios cardiovasculares y renales. Tal y como sugiere Górriz “de especial interés son los beneficios renales, porque han
demostrado un retraso en la progresión de la enfermedad renal e inicio de diálisis cuando se compararon con el placebo”.
Asimismo, el especialista explica que
el mal control de la glucemia va a favorecer las complicaciones microvasculares de la diabetes, como por ejemplo, la
nefropatía y la
retinopatía. A ello se
añadirán otros factores de riesgo que no solo harán que el diabético presente
progresión de la nefropatía y complicaciones macrovasculares, como el
infarto de miocardio o el
ictus, que se asocian a
un incremento de la morbimortalidad de diabético. Además del mal control glucémico, la
hipertensión arterial no
controlada y el sobrepeso/obesidad pueden influir en una mayor posibilidad de progresión renal en el diabético.
Es importante destacar que hoy en día, la diabetes es la principal causa de la enfermedad renal crónica en sus estadios más avanzados en España,
con casi el 24% de los nuevos pacientes que padecen insuficiencia renal y tienen que iniciar tratamiento renal sustitutivo. Este porcentaje llega a ser el 40% en EEUU y más del 60% en áreas del sudeste asiático.