En la cardiopatía isquémica, conocer diversos parámetros relacionados con el estado del ventrículo izquierdo (VI), como el volumen diastólico final (VDF), la fracción de eyección y la masa, resulta de gran importancia a la hora de pronosticar eventos cardiovasculares adversos y mortalidad cardiovascular.
Algunos factores de riesgo, como la hipertensión arterial y el aumento del índice de masa corporal, se han asociado con cambios en la morfología del VI. Ahora, un estudio reciente realizado por investigadores británicos ha encontrado relación causal entre niveles lipídicos en sangre con alteraciones morfológicas en el VI.
Concretamente, los especialistas analizaron si niveles elevados de cLDL y de triglicéridos (TG), así como bajas concentraciones de cHDL, podrían constituir factores de riesgo de cambios en el VI de importancia clínica en cardiología. El trabajo se ha publicado en el Journal of the American College of Cardiology.
El estudio ha consistido en una aleatorización mendeliana (AM) de una única muestra con los datos lipídicos y de resonancia magnética cardiovascular (RMCV) disponibles en el Biobank del Reino Unido. En total, se disponía de ambos datos para 17.311 sujetos. Paralelamente, como análisis de sensibilidad los autores realizaron también una AM de dos muestras a partir de datos del Global Lipid Genetics Consortium y de un subestudio de RMCV del citado biobanco.
Los resultados para ambas AM fueron similares, e indicaron que tanto los niveles elevados de cLDL como de TG en sangre se asociaron de forma causal con una masa mayor del VI. Además, el cLDL también se relacionó de forma causal con un VDF incrementado. En cambio, no se detectó asociación de causalidad entre cHDL y diversos parámetros relacionados con el VI.
Un estudio de aleatorización mendeliana detecta asociación causal entre niveles elevados de cLDL y una mayor masa del ventrículo izquierdo
Los autores señalan la existencia de divergencias frecuentes entre los mismos análisis realizados de forma observacional y mediante AM. Así mismo, concluyen que, además del rol ampliamente demostrado en la aterosclerosis, el cLDL y los TG podrían afectar directamente a la estructura y la función cardíacas mediante cambios adversos en la morfología del VI.
Referencia
Aung N, Sanghvi MM, Piechnik SK, et al. The Effect of Blood Lipids on the Left Ventricle: A Mendelian Randomization Study. J Am Coll Cardiol. 2020;S0735-1097(21)2477-88. doi:10.1016/j.jacc.2020.09.583
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