Las células madre periósticas son los principales contribuyentes a la curación ósea
Un nuevo estudio publicado en la revista Cell Stem Cell ha revelado un nuevo mecanismo que contribuye al mantenimiento y la reparación ósea en adultos y abre la posibilidad de desarrollar estrategias terapéuticas para mejorar la curación ósea.
Según el Dr. Dongsu Park, profesor asistente de genética molecular y humana y de patología e inmunología en Baylor, “la reparación ósea en adultos se basa en la activación de las células madre óseas, que aún está mal caracterizada. Se han encontrado células madre óseas tanto en la médula ósea como en el periostio, la capa externa del tejido, que envuelve el hueso”.
Actualmente las células madre periósticas son las menos comprendidas. Hasta el momento se sabe que abarcan una población heterogénea de células que pueden contribuir al grosor óseo, la conformación y la reparación de fracturas, pero los científicos no han podido distinguir entre diferentes subtipos de células madre óseas para estudiar cómo se regulan sus diferentes funciones.
Las células madre periósticas responden a lesiones mecánicas mediante la curación ósea
Para realizar el estudio, Park y sus compañeros desarrollaron un método para identificar diferentes subpoblaciones de células madre periósticas, definir su contribución a la reparación de fracturas óseas en modelos de ratones vivos e identificar factores específicos que regulan su migración y proliferación en condiciones fisiológicas.
Descubrieron marcadores específicos para las células madre periósticas en modelos de ratones. Estos marcadores identificaron un subconjunto implicado en la regeneración ósea adulta de por vida. Asimismo, tal y como señala Park, "también descubrimos que las células madre periósticas responden a lesiones mecánicas mediante la curación ósea". "Son importantes para la curación de fracturas óseas en ratones adultos y, curiosamente, su contribución a la regeneración ósea es mayor que la de las células madre de médula ósea".
Todos estos hallazgos sugieren posibles aplicaciones terapéuticas, por ejemplo, en
individuos con diabetes u osteoporosis en los que la
cicatrización ósea es lenta. Acelerar la cicatrización ósea puede reducir la estancia hospitalaria y mejorar el pronóstico.
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