Hasta la fecha, diferentes estudios epidemiológicos, genéticos y clínicos ofrecen evidencias de que una reducción del cLDL conlleva un riesgo progresivamente menor de enfermedades cardiovasculares. En este sentido, la llegada de los iPCSK9 amplió las opciones terapéuticas en el manejo de las dislipidemias, sobre todo en aquellos pacientes con riesgo muy elevado.
En combinación con otras terapias hipolipemiantes, dichos fármacos permiten alcanzar niveles muy bajos de cLDL, lo que ha abierto un debate sobre posibles efectos adversos no cardiovasculares ocasionados por concentraciones tan bajas de colesterol circulante. En este sentido, especialistas del International Lipid Expert Panel (ILEP) firman un trabajo de revisión que repasa la evidencia disponible sobre la necesidad de esta reducción crítica del cLDL en prevención secundaria. El artículo se ha publicado en Progress in Cardiovascular Diseases.
Según los autores, la seguridad de una reducción agresiva de los niveles de cLDL debe ser tenida en cuenta siempre. Sin embargo, también apuntan que, hasta la fecha, no se han observado eventos adversos graves asociados al alcance de niveles muy bajos de cLDL mediante terapia hipolipemiante intensiva.
Una revisión recoge la evidencia a favor del alcance de niveles muy bajos de cLDL, lo antes posible y, a poder ser, de por vida en pacientes de muy alto riesgo
Estudios epidemiológicos tempranos sobre la relación entre colesterol total y cardiopatía coronaria ya evidenciaron que cuanto más bajos eran los niveles de cLDL mayor era la reducción del riesgo cardiovascular. Esta relación también se ha confirmado en estudios de aleatorización mendeliana en individuos con bajos niveles de cLDL hereditarios y en ensayos clínicos sobre terapias hipolipemiantes en pacientes con síndrome coronario agudo.
Además, las diferentes investigaciones también han puesto de manifiesto que tanto la celeridad en el alcance de los objetivos de cLDL como su mantenimiento a lo largo del tiempo son dos aspectos igualmente relevantes en la reducción del riesgo cardiovascular.
En este sentido, los expertos del ILEP concluyen que los datos disponibles sobre la eficacia y seguridad de niveles bajos y muy bajos de colesterol circulante en prevención secundaria son sólidos. Así mismo, resaltan la importancia de alcanzar los objetivos de cLDL lo antes posible y mantenerlos durante el mayor tiempo posible, preferiblemente de por vida, en pacientes de alto riesgo.
ReferenciaCybulska B, Kłosiewicz-Latoszek L, Penson PE, et al. How much should LDL cholesterol be lowered in secondary prevention? Clinical efficacy and safety in the era of PCSK9 inhibitors [published online ahead of print, 2020 Dec 28].
Prog Cardiovasc Dis. 2020;S0033-0620(20)30210-3.
doi:10.1016/j.pcad.2020.12.008
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