La realidad virtual (VR) y la realidad aumentada (AR) son dos de las tecnologías más innovadoras que están incorporando las instituciones sanitarias para mejorar la calidad de la atención médica. Los tecnólogos las emplean en varios entornos, incluidos el tratamiento de pacientes, la enseñanza médica y la gestión hospitalaria. Además, tanto la VR como la AR se pueden programar para desarrollar funciones muy específicas.
Uno de los avances más evidentes es la asistencia en operaciones quirúrgicas. Los cirujanos pueden utilizar la AR para aprender más sobre la anatomía de sus pacientes, examinando los músculos, huesos y órganos esenciales con esta tecnología. Durante una operación, el médico puede cargar los resultados de la resonancia magnética y la tomografía computarizada en un auricular AR para ser más consciente de la ubicación de los órganos, las mallas de las venas y los informes de diagnóstico, mejorando los procesos quirúrgicos.
Además, las enfermeras también pueden utilizar la realidad virtual para mejorar algunas acciones rutinarias, como colocar vías o sacar sangre. Por ejemplo, la startup AccuVein emplea la AR para mostrar dónde están las venas en el cuerpo de los pacientes mediante un escáner portátil que se proyecta sobre la piel. La mayoría de las IV (inyecciones intravenosas) pasan por alto la vena en el primer intento, pero el software AR aumenta las posibilidades de detectar una vena en un primer pinchazo en 3,5 veces.
Los tecnólogos emplean la tecnología en varios entornos, incluido el tratamiento de pacientes, la enseñanza médica o la gestión hospitalaria
La tecnología también mejora la experiencia de los pacientes en los centros sanitarios, sobre todo para aquellos que tienen problemas para articular con precisión sus síntomas a los médicos. Una descripción poco detallada o incompleta de estas señales puede conllevar un diagnóstico inexacto. Una posible solución es EyeDecide, un programa que utiliza una pantalla de cámara para imitar el impacto de varias enfermedades en la vista de una persona. De esta manera, los médicos pueden examinar una simulación de la visión de un paciente mientras experimenta una determinada condición, mejorando el diagnóstico.
Otra aplicación de la realidad virtual es la ayuda que puede ofrecer a madres primerizas en la lactancia de los neonatos. Small World, una empresa innovadora, colaboró con la Asociación Australiana de Lactancia Materna en un programa piloto de Google Glass. Estudiaron la situación que vivían las madres cuando amamantaban desde casa a través de sus ojos (mediante las gafas de RV). Los hallazgos podrían ayudar en la prestación de asistencia profesional a las madres que tienen dificultades alimentando a sus bebés.
Una tercera empresa que utiliza la realidad aumentada para ayudar a los pacientes es Curiscope. La firma británica creó la camiseta Virtuali-tee, basada en el aprendizaje inmersivo. Permite a los más jóvenes aprender sobre la fisiología de una forma fascinante. De esta manera, los niños pueden aprender a controlar mejor su cuerpo y entender cómo se llevan a cabo las funciones más básicas.
Definitivamente, la tecnología es una gran aliada para el sector médico, ya que permite a los profesionales mejorar su desempeño laboral, y tiene beneficios para los pacientes, como la mejora en la relación con sus enfermedades.
Referencia
OAD-ES-AMG-0001
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