Esta es una de las conclusiones del informe
The new geopolitics of biotechnology: emerging powers and established hegemonies, que se presentó en
BIOSPAIN 2025, el evento central del sector biotecnológico español que tuvo lugar del 7 al 9 de octubre en Barcelona.
Elaborado por la Asociación Española de Bioempresas (AseBio), de la que Amgen es socia, el documento pretende ser una herramienta para entender la nueva realidad geopolítica tras la pandemia de COVID-19 y la crisis de suministros, y en un momento en que la Unión Europea reconoce a la biotecnología como un sector crítico para la seguridad económica y la autonomía estratégica de la región.
El informe mapea un
contexto europeo con cuatro epicentros biotecnológicos: Suiza, Alemania, Reino Unido y Francia. En este entorno, España se sitúa como un polo emergente, gracias a un ecosistema de pequeñas empresas especializadas en I+D y con Barcelona como
hub.
España debe transformar su potencial en I+D en liderazgo económico
En 2022, el
sector biotecnológico español ya representó el 1,5% del producto interior bruto (PIB) nacional, y en 2023 logró su récord de inversión, con más de 228 millones de euros. Además, España se sitúa en noveno lugar a nivel global en publicaciones sobre biotecnología y es referente en ensayos clínicos.
No obstante, el documento señala que, para convertirse en un nuevo motor biotecnológico europeo, España debe ser capaz de transformar su potencial en I+D en liderazgo económico. Para ello, debe hacer frente a tres retos clave: aumentar una inversión que sigue por debajo de la media europea (2,22% del PIB), garantizar financiación suficiente a las pequeñas empresas para crecer y establecerse a escala global, y apostar por un entorno regulatorio que facilite la llegada de las innovaciones al mercado.
El informe también alerta de que Europa está perdiendo fuelle ante el rápido ascenso de China como potencia biotecnológica. El gigante asiático ha visto crecer en más de un 300% su volumen de patentes en una década, y ya es líder mundial en publicaciones científicas sobre biotecnología. No obstante, la posición hegemónica la sigue ocupando EE. UU., cuya inversión en I+D del sector fue de 120.000 millones de euros en 2023.
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